Preguntas Frecuentes

La eficiencia energética es la relación entre la energía utilizada en un proceso y los productos y servicios obtenidos.

Manejar eficientemente la energía es optimizar la utilización de los recursos energéticos disponibles (ya sea como combustibles o para generación de calor o energía eléctrica), empleando aquellos de mayor rendimiento y los que mejor se adapten a los requerimientos de los procesos asociados y que minimicen el impacto sobre el medioambiente, considerando la implicancia del uso indiscriminado que puede tener en el futuro.

El empleo de nuevas tecnologías permite la reducción de los consumos y la disminución de las pérdidas asociadas a las transformaciones energéticas. El análisis de los procesos permite la determinación de puntos de ineficiencia energéticas que pueden ser mejorados.

Los individuos y las organizaciones que son consumidores directos de la energía pueden ahorrar energía para reducir costos energéticos y promover sostenibilidad económica y ambiental. Los usuarios industriales y comerciales buscan aumentar eficacia en los consumos y maximizar así su beneficio.

El consumo de energía, incluyendo el transporte, es en la actualidad la principal fuente de emisiones de gases de efecto invernadero y de contaminantes acidificantes, con su consecuente impacto sobre el medioambiente.

El uso inteligente, no la privación, es la filosofía básica de la eficiencia energética.

El factor de potencia es el cociente entre la potencia activa y la potencia aparente, que es coincidente con el coseno del ángulo entre la tensión y la corriente cuando la forma de onda es sinusoidal pura.

Es aconsejable que en una instalación eléctrica el factor de potencia sea alto y algunas empresas distribuidoras exigen valores de 0,8 y más.

Las cargas industriales en su naturaleza eléctrica presentan un componente  reactivo a causa de la presencia principalmente de equipos de refrigeración, motores, etc. Este carácter reactivo obliga que junto al consumo de potencia activa (KW) se sume el de una potencia llamada reactiva (KVAR), las cuales en su conjunto determinan el comportamiento operacional de dichos equipos y motores.

Al ser suministradas por las empresas de electricidad deberá ser producida y transportada por las redes, ocasionando necesidades de inversión en capacidades mayores de los equipos y redes de transmisión y distribución.

Un alto consumo de energía reactiva puede producirse como consecuencia principalmente de:

  • Un gran número de motores.
  • Presencia de equipos de refrigeración y aire acondicionado.
  • Una sub-utilización de la capacidad instalada en equipos electromecánicos, por una mala planificación y operación en el sistema eléctrico de la industria.
  • Un mal estado físico de la red eléctrica y de los equipos de la industria.

El hecho de que exista un bajo factor de potencia en su industria produce los siguientes inconvenientes:

  • Aumento de la intensidad de corriente
  • Pérdidas en los conductores y fuertes caídas de tensión
  • Incrementos de potencia de las plantas, transformadores, reducción de su vida útil y reducción de la capacidad de conducción de los conductores
  • La temperatura de los conductores aumenta y esto disminuye la vida de su aislamiento.
  • Aumentos en sus facturas por consumo de electricidad, por penalización por bajo factor de potencia.

Este factor es la relación existente entre la potencia activa presente en un circuito, que se expresa en vatios (W ) o Kilovatios (KW)  y la potencia obtenida  de la línea de alimentación (potencia aparente)  que se expresa en voltios-amperios (VA) o Kilovoltios – amperios (KVA)

Coseno PHI φ = Potencia activa / Potencia Aparente = W / VA

El cos PHI se puede determinar:

1) Con lectura de la activa y reactiva indicada en uno o dos medidores

2) Con medidor de Kwh. y amperímetro y voltímetro

3) Con el recibo de la compañía

Pero para su correcta evaluación se debe tener en cuenta, entre otros factores, cómo varía la carga a lo largo del día, las características de los equipos conectados en la instalación, etc.

En general para compensar bajos valores de cos PHI se utilizan bancos de capacitares que aportan energía reactiva capacitiva, reduciendo así la componente reactiva de la instalación.

El consumo actual de energía es muy ineficiente y que hay un enorme potencial para reducir esos consumos aplicando técnicas de uso eficiente de la energía.

La tecnología actual permite medir los consumos y compararlos en tiempo real con otros sistemas de consumo más eficientes. También se puede expresar ese análisis en términos monetarios, facilitando así la toma conciencia sobre las oportunidades de invertir en la renovación de sistemas ineficientes. Las soluciones varían de negocio en negocio.

La administración energética en las empresas se está convirtiendo en uno de los puntales de la competitividad empresarial. Solo las organizaciones y empresas sanas en el uso de la energía podrán competir a nivel global y ser sustentables. En esta tarea, el análisis de las pérdidas energéticas y su reducción y los aportes de las energías renovables aparecen como una alternativa atractiva.

Las energías renovables son aquellas que se producen en forma continua y son inagotables a escala humana, y que respetan los ciclos naturales.

El aprovechamiento de la energía solar ha sido ampliamente desarrollado por generaciones, en la actualidad y gracias a la aplicación de nanotecnología es posible encontrar soluciones a precios razonables con grandes ciclos de vida útil. La tendencia en a la utilización cada vez mayor de este recurso, por ahora haciéndolo como complemento de los convencionales, al igual que la energía eólica, que poco a poco y mediante el impulso de los gobiernos conscientes de la posteridad dan beneficios para la aplicación.

Energía verde es un término que describe la energía generada a partir de fuentes de energía primaria respetuosas con el medio ambiente. Las energías verdes son energías renovables que no contaminan, es decir, cuyo modo de obtención o uso no emite subproductos que puedan incidir negativamente en el medio ambiente.

Las principales fuentes de energías consideradas son:

Solar térmica y fotovoltaica

Cada año la radiación solar aporta a la Tierra la energía equivalente a varios miles de veces la cantidad de energía que consume la humanidad. Recogiendo de forma adecuada la radiación solar, esta puede transformarse en otras formas de energía como energía térmica o energía eléctrica utilizando paneles solares.

Mediante colectores solares, la energía solar puede transformarse en energía térmica, y utilizando paneles fotovoltaicos la energía luminosa puede transformarse en energía eléctrica. Así mismo, en las centrales térmicas solares se utiliza la energía térmica de los colectores solares para generar electricidad.

Eólica

La energía eólica es la energía obtenida de la fuerza del viento, es decir, mediante la utilización de la energía cinética generada por las corrientes de aire. Se obtiene a través de una turbinas eólicas son las que convierten la energía cinética del viento en electricidad por medio de aspas o hélices que hacen girar un eje central conectado, a través de una serie engranajes (la transmisión) a un generador eléctrico

Geotérmica

La energía geotérmica es aquella energía que puede ser obtenida por el hombre mediante el aprovechamiento del calor del interior de la Tierra.

Biomasa

La formación de biomasa a partir de la energía solar se lleva a cabo por el proceso denominado fotosíntesis vegetal que a su vez es desencadenante de la cadena biológica. La biomasa mediante estos procesos almacena a corto plazo la energía solar en forma de carbono. La energía almacenada en el proceso fotosintético puede ser posteriormente transformada en energía térmica, eléctrica o carburantes de origen vegetal, liberando de nuevo el dióxido de carbono almacenado.

Hidráulica

La energía potencial acumulada en los saltos de agua puede ser transformada en energía eléctrica. Las centrales hidroeléctricas aprovechan la energía de los ríos para poner en funcionamiento unas turbinas que mueven un generador eléctrico.

Un tema de vital importancia es el máximo aprovechamiento de los consumos energéticos y para ello el análisis de procesos es un recurso ampliamente utilizado ya que en muchos casos lo que antes se asumía como pérdida actualmente sirve como fuente para otros procesos complementarios o bien nuevos aprovechamientos. Cada vez la obtención de nuevas fuentes será más trabajoso por lo que es más fácil ahorrar un Kw que generarlo.

Desde la generación, hasta el consumo existen diferentes variables que deben mantenerse bajo control, ya que es claro que cuanto más cercanos sean el monitoreo y el control de estas variables mayores elementos tendremos para la gestión de los mismos de tal modo que, identificados los factores claves podremos generar un tablero de control que nos alerte sobre desvíos que pueden ser prejuiciosos para nuestros objetivos. Así mismo podremos impulsar inductores de mejora que impacten en el mejor aprovechamiento de los recursos.

Como todos sabemos la utilización de combustibles fósiles ha sido un beneficio en la disponibilidad de los recursos energéticos en forma relativamente rápida y aumentan la calidad de vida de los seres humanos.

 

Sucede que como contrapartida la utilización de estos recursos ha ido paulatinamente agotando las reservas comprobadas y deteriorando el medioambiente con impactos negativos como el efecto invernadero o la polución mayormente en grandes urbes.

 

En forma sostenida están apareciendo aplicaciones alternativas con fuentes de energías renovables con nulo impacto ambiental para ello es importante la modificación de los hábitos y la concientización sobre la utilización responsable de los recursos.

La fórmula ideal: reducción de consumo y gran poder lumínico

Los led’s son básicamente lámparas de estado sólido, o sea sin filamento ni gas inerte que lo rodee, ni cápsula de vidrio que lo recubra. El led es un semiconductor unido a dos terminales, cátodo y ánodo (negativo y positivo respectivamente) recubierto por una resina epoxi transparente. Cuando una corriente circula por el led se produce un efecto llamado electroluminiscencia. Un led emite luz monocromática en frecuencias que van desde el infrarrojo pasando por todo el espectro de luz visible y llega hasta el ultravioleta.

Con la introducción de nuevos materiales, se han podido crear led’s de prácticamente todo el espectro visible ofreciendo al mismo tiempo una eficiencia lumínica que supera a la de las lámparas incandescentes.

Empresas como Osram y Philips desarrollaron la tecnología Dulux que logra no sólo prolongar la vida de la lámpara a más de 12.000 horas sino también un ahorro energético del 70%. Pero en esta vertiginosa carrera por reducir el consumo energético lo más reciente son los led, que ofrecen todo el espectro visible de colores y una eficiencia lumínica superior a la de las lámparas incandescentes. Hoy los encontramos en carteles luminosos, señalización de altas torres, automóviles y en la tecnología celular.

En condiciones normales sólo pierde un 5% de luminosidad por año y recién cuando está por debajo del 50% de su brillo inicial, se dice que ha llegado a su fin. Calculando que en un año hay 8.760 horas, un led de alta luminosidad tiene así una vida útil de más de 10 años funcionando todo el día. Por eso es fundamental elegir una lámpara de leds fabricada con circuitos reguladores de corriente para aprovechar al máximo su durabilidad.

El led tiene varias ventajas respecto de las lámparas incandescentes comunes, incluso con los tubos fluorescentes. La primera, como dijimos, es su vida útil. Una lámpara del tipo bipin o dicroica de 35 watts tiene una duración de 2.000 horas, mientras que el led está en las 100.000. Esta característica hace que no sólo cambiar una lámpara deje de ser una rutina preocupante, sino que brinda una gran seguridad en la señalización.

Además, su luz tiene mucha mayor penetración en condiciones de niebla o baja visibilidad. Esto se debe a que con las lámparas comunes el color está dado por el acrílico del artefacto; en cambio, en el led el color lo genera el propio foco y emite, por sus propias características, la mayor parte de la luz hacia el frente en lugar de desparramarla en 360°. Por eso es más penetrante y logra mayor alcance lumínico. Y todo esto con bajo consumo.

Por otra parte, las lámparas incandescentes desperdician el 95% del consumo en generación de temperatura, y 5% en la emisión de luz, mientras que el led no genera calor, ya que está compuesto por emisores de estado sólido y no por incandescencia de un filamento. Este punto de la temperatura tiene una serie de beneficios tanto en el confort como en la seguridad.

Gracias a los avances en software hoy es posible antes que desarrollar un modelo real, modelizar en forma virtual.

La primera ventaja es el ahorro en los costos de investigación y desarrollo, en segundo lugar los tiempos para la modelación son menores que los de la construcción de prototipos a escalas  con las posteriores pruebas y ayudan a la toma de decisión sobre la factibilidad de un proyecto, claro está que cuanto mayor sofisticación posea el simulador, mayor será la certeza del resultado esperado.

¿En qué te podemos ayudar?